La salida de capitales y su impacto en la gobernabilidad

La economista Marina Dal Poggetto, con experiencia como consultora en el BID y Unicef, aborda los desafíos actuales de la economía argentina y el impacto de las decisiones políticas en el rumbo económico. Su perspectiva es clara: estamos en un momento de alta incertidumbre que afecta tanto a los mercados como a la población.

El mensaje de Estados Unidos y su influencia en Argentina

Recientemente, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, hizo declaraciones que han generado inquietud. Dijo que no habrá entrega de dinero a Argentina, pero que sí se podía considerar un swap. Dal Poggetto interpreta esto como un intento del Gobierno argentino de estabilizar la situación económica tras resultados electorales complicados en la provincia de Buenos Aires, donde surgieron dudas sobre la capacidad del país para hacer frente a su deuda.

La dinámica cambiaria se volvió tensa, especialmente antes de las elecciones del 26 de octubre. En los días previos a los comicios, se experimentó una importante venta de dólares. El Ministro de Economía, Luis Caputo, intentó mitigar la situación anticipando la liquidación de exportaciones, lo que brindó un alivio momentáneo. Sin embargo, las palabras de Bessent, que prometían hacer lo necesario para calmar al mercado, no evitaron que los precios de los activos volvieran a caer.

Expectativas económicas y las próximas elecciones

En este contexto, la pregunta que surge es cómo el Gobierno planea sostener la economía hasta la elección. Si bien se registraron 7.000 millones de dólares en liquidaciones de exportaciones, la volatilidad del tipo de cambio permanece. La necesidad de un cambio en la política económica es evidente, pero cómo lograrlo sin afectar la estabilidad es un desafío.

Aunque se esperaban grandes liquidaciones, la realidad es que el Banco Central ha tenido que vender dólares para mantener el equilibrio. Los intentos de controlar las salidas de divisas han generado ruido en el mercado y la demanda de dólares sigue siendo alta. Este panorama complica la situación de cara a las elecciones, y el tiempo corre en contra.

La gestión del riesgo país

Dal Poggetto resalta que el riesgo país no ha disminuido lo suficiente como para acceder al crédito. Las restricciones iniciales fueron parte de un plan que buscaba estabilizar la economía, pero no se logró el objetivo de refinanciar la deuda de manera efectiva. A pesar de haber levantado controles de capital, lo hizo bajo una narrativa que podría haber llevado a una mala interpretación de la realidad económica.

La apertura sin garantías suficientes generó una situación delicada. La claudicación de controles para personas en detrimento de las empresas ha llevado a un enrarecido clima económico. Y aunque en un primer momento las medidas parecían funcionales, terminó siendo evidente que las bases no eran las adecuadas para un crecimiento sostenido.

La relación entre política y economía

Dal Poggetto expresa que no se puede tener una estrategia económica sensible si cada elección afecta las decisiones del Gobierno. Se necesita un plan que trascienda el corto plazo y que no dependa de la volatilidad política. La colaboración entre el Congreso y los distintos sectores es vital para poder implementar reformas estructurales que permitan a la economía recuperarse.

Desde la independencia del Banco Central hasta la construcción de un sistema fiscal robusto, hay elementos clave que aún no han sido abordados de forma adecuada. La sociedad debe entender que un país con un alto endeudamiento y una situación cambiaria inestable no podrá encontrar un rumbo claro.

A medida que se acercan las elecciones, la presión sobre el Gobierno y su capacidad de respuesta se intensifica. La idea es encontrar un equilibrio que no solo estabilice el mercado, sino que también le brinde a la ciudadanía la seguridad que tanto necesita, todo mientras es crucial respetar las expectativas.

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